martes, 6 de agosto de 2013

Protección divina

"Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia", reza el preámbulo constitucional argentino de 1853. En las culturas paganas y no paganas, la casta sacerdotal ha constituido, durante milenios, la principal invocadora de la protección divina. En estas vísperas electorales argentinas, al menos dos componentes visuales han reflejado el poder sacerdotal de invocación de protección divina. En uno de dichos componentes, consistente en una foto de campaña electoral previsiblemente deplorada por el antikirchnerismo, el papa Francisco departe amistosamente con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el precandidato kirchnerista Martín Insaurralde, durante las recientes y muy concurridas Jornadas Mundiales de la Juventud Católica en Río de Janeiro. La voluminosa y colorida kipá del rabino Sergio Bergman, infaltablemente calada sobre la testa del precandidato macrista, constituye otro componente visual frecuentemente detectable en las vísperas electorales argentinas del año en curso. Bergman utiliza su llamativa kipá hasta para reemplazar el casco de ciclista que los ciclistas más prudentes emplearían para bordear en sus bicicletas las flamantes plataformas del Metrobus de la porteña Avenida 9 de Julio, recientemente inauguradas por el macrismo y bordeadas en bicicleta por rabí Bergman en una encantadora fotografía difundida días atrás.


Francisco, Cristina e Insaurralde en un afiche electoral kirchnerista de 2013


      


      
Rabí Bergman en bicicleta

La cultura judeocristiana, marcadamente predominante en el caso argentino, no reconoce la indivisibilidad islámica entre los poderes políticos y religiosos, cuya supresión en la Turquía kemalista tanto ofuscara a los musulmanes ortodoxos. Por eso no debe llevarse allende el plano simbólico la presencia política de rabí Bergman, ni la aparición del papa Francisco, amigo de rabí Bergman, en un afiche electoral kirchnerista. Pero tampoco debe subestimarse el peso del componente simbólico. El papa Francisco y el rabino Bergman pertenecen a la principal casta de invocadores humanos de protección divina. Lo cual les confiere un status de liderazgo espiritual que ni siquiera pueden invalidarse desde las máximas instancias del poder temporal. Al verlo enfrentado con la Iglesia Católica, en la Argentina de 1954-1955, el muy católico dictador español Francisco Franco habría aconsejado, allende los mares, a su futuro asilado Juan Domingo Perón: "Juan Domingo, tenga paciencia, procure llegar a un acuerdo, piense que la Iglesia es eterna y nuestros regímenes son pasajeros". No debe subestimarse a quienes poseen potestades de invocación divina. Y menos a quienes las poseen en la máxima proporción destinable al ser humano.              

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