viernes, 10 de enero de 2014

El rayo de Hill Valley



Los primos adolescentes puntanos Agustín Irustía y Priscila Ochoa, fulminados por un rayo caído el 9 de enero de 2014 sobre Villa Gesell

En enero de 1986 yo vacacionaba con mi familia en Villa Gesell, como en otros veranos de mi infancia, adolescencia y juventud. Me faltaban alrededor de tres meses para mi decimosexto cumpleaños. Por esos días hacía furor la película estadounidense Volver al futuro, estrenada el mes anterior en la Argentina, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J.Fox en el rol del adolescente estadounidense Marty McFly. En el film de Zemeckis, Marty era súbitamente transportado al año 1955 en una máquina del tiempo montada en un auto De Lorean e inventada por su vecino Emmett Doc Brown, quien, con treinta años menos de edad, ayudaba a Marty a volver al año 1985 con el De Lorean propulsado por un rayo caído en 1955 sobre una torre de Hill Valley, patria chica de Marty y Doc.
En enero de 1990,  mi familia y yo vacacionábamos nuevamente en Villa Gesell, poco después del estreno argentino de Volver al futuro II, que incluía un final abierto con un Marty nuevamente varado en el Hill Valley de 1955. En el final de Volver al futuro IIel rayo de 1955 impactaba sobre un De Lorean volador piloteado por Doc y programado para viajar al Hill Valley de 1885, donde Doc despachaba instrucciones para el regreso de Marty al Hill Valley de 1985. En Volver al futuro III, estrenada en la Argentina en diciembre de 1990, Marty recuperaba y reparaba la máquina del tiempo, ayudado por el Doc de 1955 y viajaba al Hill Valley de 1885 para impedir el asesinato de Doc.
En el verano de 1990-1991 no veraneé en Villa Gesell. Recién exploré en detalle la saga de Zemeckis algunos años después. La trilogía de Zemeckis pintaba demasiado pochoclera para mi intelectualizado hogar de clase media universitaria, con padres que me impulsaban a consumir cine argentino y europeo y limitar mis contactos con el cine estadounidense a su filmografía no hollywoodense.
Veraneé en Villa Gesell por última vez en enero de 1998, descubriendo que ya no existía la Gesell otrora amada por mí y conmovida por estos días por la caída de un rayo. El rayo geselino de 2014 no impulsó, como el rayo de Hill Valleyuna inexistente máquina del tiempo piloteada por un adolescente. Pero segó las vidas de los  primos adolescentes puntanos Agustín Irustía y Priscila Ochoa, de edades similares a la edad de Marty McFly, impidiéndoles conocer el futuro conocido por el personaje de Fox en Volver al futuro II.
   

       
     

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