viernes, 3 de enero de 2014

Nenia 2014

Nenia
(Canción Fúnebre)

En idioma guaraní,
una joven paraguaya
tiernas endechas ensaya
cantando en el arpa así,
en idioma guaraní:

¡Llora, llora urutaú
en las ramas del yatay,
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú!
¡Llora, llora urutaú!

¡En el dulce Lambaré
feliz era en mi cabaña;
vino la guerra y su saña
no ha dejado nada en pie
en el dulce Lambaré!

¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!
Todo en el mundo he perdido;
en mi corazón partido
sólo amargas penas hay
¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!

De un verde ubirapitá
mi novio que combatió
como un héroe en el Timbó,
al pie sepultado está
¡de un verde ubirapitá!

Rasgado el blanco tipoy
tengo en señal de mi duelo,
y en aquel sagrado suelo
de rodillas siempre estoy,
rasgado en blando tipoy.

Lo mataron los cambá
no pudiéndolo rendir;
él fue el último en salir
de Curuzú y Humaitá
¡Lo mataron los cambá!

¡Por qué, cielos, no morí
cuando me estrechó triunfante
entre sus brazos mi amante
después de Curupaití!
¡Por qué, cielos, no morí!...

¡Llora, llora, urutaú
en las ramas del yatay;
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú-
¡Llora, llora, urutaú!


Carlos Guido Spano, 1871

Como su contemporáneo Juan Bautista Alberdi, Carlos Guido Spano, hijo de un primo hermano político de José de San Martín, debió soportar duros reproches por oponerse a la Guerra de la Triple Alianza. En su retiro parisino, padeciendo la guerra franco-prusiana, Alberdi estaba muy lejos de un José Hernández que endilgaba a Alberdi el mote de traidor a la patria paradójicamente extendido al sobrino segundo del Padre de la Patria.
Pasaron los años. Guido Spano murió en 1918, el último año de una Primera Guerra Mundial tan urticante para esa Francia convertida en patria adoptiva por San Martín y Alberdi. Cuatro años después, en el año de la asunción presidencial del francófilo Marcelo Torcuato de Alvear, se fundaba una escuela privada porteña posteriormente bautizada en honor de Guido Spano.
En la víspera del primer día de 2014, año del centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, un vecino del Colegio Guido Spano percibió extraños movimientos en torno al cuasi-centenario establecimiento educacional. Sin decir agua va, una empresa mudadora retiraba el patrimonio transportable del Colegio Guido Spano, que notificó intempestivamente el cierre de la institución, pese a haber matriculado alrededor de 350 niños y adolescentes para el Ciclo Lectivo 2014, cobrando la apreciable suma de 3000 pesos por alumno. Pronto se hicieron presentes los omnipresentes multimedios. Como la Nenia de Guido Spano, los miembros del Colegio Guido Spano repudiaban a su cambá con amargas penas en sus partidos corazones. 



Protesta contra el cierre del Colegio Guido Spano (2.01.2014) 
    

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